Cuando llegué ya trinaba ese pajaro que canta sobre la bola de muérdago.
Dicen que se llama Toh.
Tenía frio y leves nauseas
No hambre
Frente al espejo mi rostro evidenciaba algun que otro nuevo surco temporal
Cada vez me es menos dificil imaginarme a mi mismo como anciano, cada vez me es mas dificl
verme como joven.
De mi lacrimal derecho surgía un hilo negro, una pestaña rendida, pensé.
Quise tirar de ella y mis recuerdos empezaron a descoserse de mi mente.
Uno tras otro
los más recientes e inocuos
los más profundos y dolorosos
Comencé entonces a estirar del hilo
compulsivamente
el delicado bordado gris
que conforma mi cerebro
comenzó a deshacerse
Ya no era una hebra negra, ni dos, si no cientos de cabos sueltos pendían de mis ojos
reptaban por el suelo y se anudaban a mis pies, trepaban las paredes y se introducán en mi boca abierta, muda en un grito sordo y eterno.
Incapaz de moverme vi como iba desapareciendo, ahogado en el río de una expiación imposible.
Entonces caí dormido.
Me gustaría ser el Houdini de tu recuerdo.
Dicen que se llama Toh.
Tenía frio y leves nauseas
No hambre
Frente al espejo mi rostro evidenciaba algun que otro nuevo surco temporal
Cada vez me es menos dificil imaginarme a mi mismo como anciano, cada vez me es mas dificl
verme como joven.
De mi lacrimal derecho surgía un hilo negro, una pestaña rendida, pensé.
Quise tirar de ella y mis recuerdos empezaron a descoserse de mi mente.
Uno tras otro
los más recientes e inocuos
los más profundos y dolorosos
Comencé entonces a estirar del hilo
compulsivamente
el delicado bordado gris
que conforma mi cerebro
comenzó a deshacerse
Ya no era una hebra negra, ni dos, si no cientos de cabos sueltos pendían de mis ojos
reptaban por el suelo y se anudaban a mis pies, trepaban las paredes y se introducán en mi boca abierta, muda en un grito sordo y eterno.
Incapaz de moverme vi como iba desapareciendo, ahogado en el río de una expiación imposible.
Entonces caí dormido.
Me gustaría ser el Houdini de tu recuerdo.
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